Cabeza de Framontanos
entre la Ramajería y los Arribes de Duero
La Ramajería
Ocupa una superficie de 484,16 km². Limita al Norte con la comarcas de La Ribera y Tierra de Ledesma, al Oeste con la Ribera, al Sur con Tierra de Vitigudino y el Abadengo y al Este con Tierra de Ledesma y Tierra de Vitigudino.
El riñón de La Ramajería comprende, (según el profesor Antonio Llorente Maldonado, en su libro "Comarcas históricas de Salamanca"), 17 municipios: Ahigal de Villarino, Barceo, Barruecopardo, Cabeza del Caballo, Cerezal de Peñahorcada, El Milano, Encinasola de los Comendadores, Guadramiro, La Peña, La Vídola, La Zarza de Pumareda, Sanchón de la Ribera, Valderrodrigo, Valsalabroso, Villar de Samaniego y Villasbuenas.
Las pedanías de Cabeza de Framontanos y La Zarza de Don Beltrán también son ramajeras aunque actualmente se incluyen dentro del término municipal de Villarino de los Aires, que pertenece a la comarca de La Ribera de Salamanca.
La arquitectura típica de la Ramajería son casonas de paredes de manpostría de granito sin tallar y vanos pequeños con sillares en las esquinas y en las jambas de las puertas para enmarcarlas. destacan las rejas artesanales en los balcones e incluso de las ventanas.
Las vallas de piedra son auténticos criaderos de fauna local y a su resguardo también crece una flora riquísima.
Su orografía es típica de la peni-llanura, con terrenos llanos (altitud entre 700 y 800 m.), levemente ondulados y suelos delgados sobre rocas metamórficas (granitos y pizarras).
Tradicionalmente se han cultivado las tierras centeneras y el resto del territorio se ha dedicado a pastos para el ganado, perdurando a través de tiempo los característicos robledos entre afloramientos graníticos o berrocales.
El territorio de La Ramajería estuvo ocupado desde el Neolítico como lo demuestran los dólmenes y los hallazgos arqueológicos (hachas, bifaces, cerámica, etc.). De la Edad del Hierro se conservan varios castros celtas (vettones) con las murallas, viviendas circulares, puertas, piedras "hincas", etc.
Los romanos también dejaron su huella (necrópolis, estelas funerarias...). Hasta la repoblación del rey Fernando II de León en el s.XII. Varios pueblos pasaron a formar parte del alfoz de Ledesma y del de Ciudad Rodrigo.
En el s. XVI algunos se convirtieron en señoríos de realengo y eclesiásticos. En el s.XIX con el fin de los señoríos, toda la comarca pasó a depender del Partido Judicial de Vitigudino.
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Mendizábal, 1836
Madoz, 1855
